1.- ¿Cómo se anunciaría la salida
del euro?
El gobierno lo anunciaría de
manera repentina. No hay otra opción. Si el gobierno lo anunciase “con
antelación”, todo el mundo trataría de transferir su dinero a cuentas en el
extranjero (porque, después de una devaluación, los euros depositados en una cuenta
alemana valdrían más que los euros depositados en un banco español). Esa fuga
masiva de capitales provocaría el colapso inmediato de nuestro sistema
financiero.
Es triste decirlo así, pero por
definición, el gobierno tendría que negar que España saldrá del euro hasta
anunciarlo por sorpresa.
Con toda seguridad, el anuncio se
haría un sábado por la mañana: eso daría dos días a las instituciones
financieras para realizar las actualizaciones más urgentes en sus sistemas
.
2.- ¿Salir del euro implica salir
de la Unión Europea?
En principio, no. De hecho, sólo
17 de los 27 países de la UE comparten moneda.
En términos legales, la cosa no
está tan clara. El Tratado de Lisboa contempla la posibilidad de que un país
abandone la UE, pero no hay ninguna ley que regule la salida del euro (¡a
ningún político se le ocurrió la posibilidad de que un país decidiese abandonar
la moneda única!).
3.- ¿Es la primera vez que se
rompe una unión monetaria?
No. La República Checa y
Eslovaquia compartieron moneda hasta 1993. Catorce de las repúblicas que
formaban la Unión Soviética crearon sus propias divisas después del colapso del
rublo en 1991/2.
Existen muchos más ejemplos:
durante el siglo XX, 69 países salieron de uniones monetarias.
Me parece importante recordar esto:
el euro no es “un fin en sí mismo”. El euro es un instrumento que se creó con
la esperanza de mejorar las economías de los países europeos y reforzar nuestro
sentimiento de unidad.
4.- ¿Qué beneficios tendría para
España salir del euro?
La posibilidad de devaluar
nuestra nueva moneda con respecto al “euro alemán”. Al devaluar la moneda,
nuestras exportaciones serían mucho más baratas y como la mayoría de ellas van
hacia la UE, aumentaríamos nuestra competitividad frente a Francia y Alemania
de manera instante. Para los turistas extranjeros, también sería mucho más
barato viajar a España. ¿Os acordáis de la crisis de los años 90? ¿Qué hicimos
para recuperarnos? Devaluar la peseta frente al marco alemán dos veces en 1992,
otra en 1993 y una última vez en 1995.
Recuperar el control sobre la
política monetaria. Es decir, podríamos decidir qué niveles de inflación y
tipos de interés son los más convenientes para nuestra economía. El problema de
la política monetaria común es el siguiente: lo que le conviene a la economía
alemana (con el desempleo en mínimos históricos) es muy diferente a lo que
necesita la economía española (con el desempleo en máximos históricos).
La posibilidad de emitir deuda en
una moneda que podamos controlar.
Disponer de un “cortafuegos
propio” contra ataques especulativos. Hasta ahora, ante un ataque especulativo,
dependemos de la voluntad del BCE.
Salir del euro también supondría
muchísimas desventajas: las importaciones serían más caras, el comercio con el
exterior sería más complicado (porque las empresas tendrían que prever las
fluctuaciones entre las divisas), habría que decidir qué hacemos con toda la
deuda que hemos emitido en euros y se generarían tensiones entre países que,
posiblemente, debilitarían la unión política de Europa.
5.- ¿Qué pasaría después de ese
anuncio?
El gobierno prohibiría
temporalmente la transferencia de dinero al extranjero. También limitaría la
cantidad de dinero que cada persona puede sacar del banco (a esto se le llama
“corralito”).
Además, la nueva moneda (vamos a
llamarle “peseta”), se devaluaría con respecto al “euro alemán”. Por eso,
quienes hubiesen conseguido sacar sus euros fuera de España antes del anuncio,
saldrían ganando.
6.- ¿Los billetes de euro serían
inmediatamente remplazados por billetes en pesetas?
No. El Banco de España
necesitaría algunos meses para imprimir billetes en pesetas y remplazarlos por
los billetes de euro que ahora están en circulación.
Mientras tanto, existe una
solución temporal: poner un sello a todos los billetes guardados en los bancos
de nuestro país. Así, los “euros españoles” se distinguirían de los “euros
alemanes”. Los ciudadanos también estaríamos obligados a llevar los billetes
“que tenemos en casa” al banco para que les pusiesen el sello.
El gobierno anunciaría una ley
que diría: “los billetes no sellados, no son de curso legal en España”. Quienes
paguen (o acepten pagos) en billetes sin sellar, estarán cometiendo un delito.
Una vez se imprimieran las nuevas
pesetas, esos billetes se irían introduciendo poco a poco en circulación (igual
que hicimos cuando pasamos de la peseta al euro).
La conversión a la nueva moneda
sería mucho más sencilla que en otros precedentes históricos, pues ahora, la
mayor parte del dinero guardado en los bancos sólo existe en forma electrónica.
7.- ¿Qué hacemos con la deuda que
hemos emitido en euros?
Desde 1999, emitimos nuestra
deuda pública en euros. Después de la devaluación, el Estado no podría pagar
sus deudas a los bancos de los países que siguieran en el euro.
Inevitablemente, tendría que “renegociar” la deuda y pagar menos de lo debido.
Esto se conoce como “default”. Afortunadamente, el 90% de la deuda pública
española con el extranjero se emitió bajo “legislación local”, es decir, los
posibles conflictos entre deudores y acreedores, deben resolverse ante
tribunales españoles.
Las empresas privadas (y
especialmente los bancos) también deberían renegociar sus deudas con el
extranjero.
8.- ¿Quienes serían los mayores
perjudicados?
Los ahorradores españoles: porque
los ahorros perderían gran parte de su valor debido a la devaluación.
Los bancos alemanes, franceses y
británicos: porque perderían mucho dinero debido al “default”. Probablemente
esos bancos deberían ser rescatados por sus contribuyentes (lo que generaría
importantes tensiones políticas entre los países de la UE)
.
9.- ¿Qué tal les ha ido a otros
países que hicieron “default” en su deuda y devaluaron su moneda?
Durante la crisis asiática de
1997, Indonesia, Corea del Sur y Tailandia hicieron “defaults” en sus deudas y
devaluaron sus monedas. A pesar de una fuerte contracción de sus economías en
los meses posteriores, recuperaron sus niveles pre-crisis en menos de dos años.
Y han continuado creciendo desde entonces.
Lo mismo puede decirse de
Argentina. Después de eliminar la convertibilidad con el dólar, hacer “default”
y devaluar el peso, la economía argentina ha crecido más rápido que la
brasileña durante la última década (sí, sí, estáis leyendo bien).
ACTIVIDAD:
- A partir de lo que has leído sobre como sería la salida de España del euro, comenta en el blog sobre si crees que España volverá a la peseta o seguiremos con el euro.